Capitulo 55

Habían pasado unas semanas y aun no podían ensayar conmigo, hasta que llego el gran momento del ensayo antes de empezar las grabaciones. Todos estaban ansiosos por escucharme,  aunque a Tom se le notaba mucho. Estábamos todos sentados en la sala de ensayos hasta que David junta a los chicos, incluyendo a Bill, a una pequeña reunión.

David: chicos, ¿Cómo les va con los ensayos?

Tom: bien, aunque no hemos ensayado con TN.

Georg: (ríe) Tom es el más ansioso por escuchar a TN cantar, y eso que debería ser Bill.

Tom: (lo fulmina con la mirada) no empieces ¿OK?

Georg: (sonríe) esta bien, te dejare tranquilo aunque no se por que te molestas si es la verdad.

Gustav: aunque viendo la cara de Bill ya la ha escuchado, pobre Tom te han ganado.

Tom: (lo mira con cara de pocos amigos) para Gustav, no voy a responder lo que le pueda pasar a tu batería.

Gustav: y yo no respondo por tu guitarra.

David: ya chicos, dejen de discutir y ya abra tiempo para que ensayen con ella, de hecho a eso venia quiero que ensayen con ella antes de empezar las grabaciones.

Todos: (sonríen) ¡por supuesto!

David: así me gusta. (Mira hacia la puerta y grita) ¡TN pueden entrar!

Tu: (entras tímidamente y son una sonrisa nerviosa) esta bien.

Bill: (se acerca a ti y te besa la frente) ya es el momento chiquita, no estés nerviosa, todos quieren escuchar tu fantástica voz.

Tu: (risa nerviosa) claro amor, are mi mejor esfuerzo.

David: ¡ya esta todo listo, quiero escucharlos!

Nos ganamos cada uno en nuestros lugares, Bill al lado mío, Tom y Georg  en los extremos y Gustav atrás en la batería. Estaba tan nerviosa que me temblaban las piernas, por suerte nadie se dio cuenta de aquel detalle.

David: ¡ya chicos a la cuenta de tres empiezan!

Todos: ¡OK!

David: tres, dos uno…!Comiencen!

El bajo de Georg indica la partida seguido por Tom con la guitarra de unos segundos empieza a cantar Bill, que en unos segundos mas mezclábamos nuestras voces al compás de la guitarra, el bajo y ahora también seguido por el baterista. Cierro los ojos y comienzo a cantar, no pude ver sus reacciones, pero al parecer quedaron helados, ya que de la nada no escuche otra vez la guitarra, y el bajo no estaba tocando las cuerdas correctas hasta ya no tocar junto con la batería que hizo un sonido grave. Todo estaba en silencio mientras cantaba, al parecer todos me escuchaban.

Aquella sensación era espectacular, nunca me sentí tan viva, tan feliz, tan yo, era uno de mis sueños sacar una canción, tener un disco o simplemente hacer dúo con algún cantante famoso y la ultima se izo realidad, de hecho era mejor de lo que esperaba por que estaba cantando con el amor de mi vida, con mi novio… Bill Kaulitz.

Ya había terminado mi parte y comienzo abrir los ojos, los chicos me miraban atónitos, sus rostros tenían expresiones nunca antes vistas en ellos, creía que no les  gusto, también pensaba que había desafinado y es por eso que dejaron de tocar, pero no aquello tenía otra explicación.

Tu: ¿Qué les pasa chicos?

Un silencio inundo el lugar…

Tu: (te acercas a Bill y le pegas un memo) ¡Bill, reacciona¡

Bill: (mueve su cabeza de un lado a otro) lo siento, pero quede perplejo.

Tu: (te ruborizas un poco) no es para tanto.

Bill: cantas hermoso chiquita.

Tu: (sonríes) gracias, es mejor ver que le sucedió a los demás, hasta David ha quedado sin aire.

Cuando iba hacia David, el se empieza a despertar.

David: (recién entrando en si) cantas espectacular TN,  me encanto ¿Qué dicen chicos?

Tom: (sacude la cabeza) quede helado con esa voz, pero cantas increíble.

Tu: (te ruborizas un poco) gracias.

Gustav: me dejaste con los pelos de punta.

Georg: (sonríe) nos dejaste a todos atónitos, es una voz una antes escuchada, es como la de un ángel.

Tu: (te pones roja como un tomate) gracias, aunque creo que exageran.

David: es  verdad lo que dice Georg, cantas como los ángeles, yo creo que más que eso como un dios.

Tu: …

Gustav: no te pongas así, es un cumplido, será mejor que nos pongamos a ensayar.

David: ¡que empiece otra vez el ensayo!, pero por favor esta vez quiero escucharlos hasta el final.

Cuando David nos indico comenzamos otra vez, empezó a sonar la guitarra y el bajo, otra vez esperando a que Bill  se decidiera a cantar. Y por segunda vez llegaba mi turno y en donde nuestras voces se mezclarían, estaba un poco nerviosa, pero cuando ya estaba preparada para comenzar a cantar, ya me había dado cuenta que estábamos en el coro, el cantando sobre mi voz y yo ayudándolo con el coro, que pronto terminaría  y cantaría completamente sola, acompañada por los instrumentos.