Capitulo 54

Nos dirigimos a donde podría apoyar el papel que estaba dentro de una carpeta, para así poder empezar las primeras pruebas, David me indicaba en donde tenía que firmar, poner mi nombre y todas esas cosas. Yo en aquel momento era feliz, parecía una niña chica con una nueva muñeca o set de cocina, y los demás podría notar mi felicidad.

Ya estaba todo listo, solo era cuestión de ir donde los chicos y ensayar.

Ya en donde se encontraban chicos, yo estaba muy nerviosa, me empecé a comer las uñas no sabia que hacer y pensaba en ¿Qué sucedería si desafinaba?, ¿si me equivocaba o simplemente no les gustaba como cantaba? Aquellas preguntas me inundaban, me hacia sentir más pánico de lo que ya tenia.

Bill: (con una voz aterciopelada) ¿Qué sientes bien?

Tu: (nerviosa) si estoy muy bien, ¿Por qué preguntas?

Bill: encuentro que estas nerviosa.

Tu: ¿y que te dice que estoy nerviosa?

Bill: (te mira con cara de pocos amigos) TN no tienes para que mentir, te conozco perfectamente y tu no te comes las uñas.

Tu: ¡que va! No estoy nerviosa.

Bill: (te fulmina con la mirada) ¡TN!

Tu: (te quedas callada por unos segundos) ¡ya, si lo admito estoy nerviosa!, ¿contento?

Bill: (sonríe y te abraza) si, pero me gustaría saber la causa del porque estas así.

Tu: (te ruborizas) la razón es… porque tengo miedo de desafinar, equivocarme o incluso que a los chicos no les guste como canto.

Bill: no tienes por que preocuparte chiquita, todo saldrá bien.

Tu: (sarcásticamente) ¿si súper bien?... (Eso espero…)

David: (se acerca a mi y sonríe) chicos, ya podemos empezar los ensayos. (nos pasa una hoja a cada uno de los que estaban en la sala) lo que les acabo de pasar son las correspondientes partituras, quiero que empiecen a ensayar, ya que no hay mucho tiempo predestinado.

Todos: ¡si!

David: así me gusta ver a mis chicos, con las pilas recargadas. Me iré a ver otros detalles mientras ensayan, y Bill acompáñame necesito arreglar unas cosas contigo.

Bill: esta bien.

David: ¡hasta luego chicos!

Tom, Gustav y Georg: ¡chao David!

Tu: (sonríes nerviosamente y con una voz casi inaudible) hasta luego David. (Esta bien me ha dejado sola… ¿ahora que are?... ¿me escapo o sigo adelante con esto?)

Gustav: ¿Qué piensas tanto TN?

Tu: (te asustas de su presencia) ¡No es nada, no es nada!

Gustav: no piensas dejarnos plantados, ¿verdad?

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Tu: (más nerviosa de lo que estabas)  ¡que cosas dices Gustav! ¿Cómo se te ocurre decir semejante barbaridad?

Gustav: (te mira con cara de pocos amigos) porque eres un libro abierto al igual que Bill, con tan solo mirarte a los ojos se lo que planeas.

Tu: (te resignas) Gus… me descubriste, estoy muy nerviosa y no se que hacer.

Gustav: (sonríe) no estés así, aunque es muy normal. Yo estaba así en el Reimer concierto, aunque aun lo sigo estando ya que nunca sabes como te recibirá el espectador.

Tu: (miras hacia abajo) tienes razón Gustav, salir, estar en un escenario y frente a millones de personas es mucho más que esto… (Sonríes) are mi mejor esfuerzo en esto.

Gustav: (sonríe) esa es la actitud TN, ahora ensayemos con los demás.

Tu: ¡esta bien!

Con Gustav nos acercamos a los chicos, para arreglar algunas cosas de la canción, y a los pocos minutos estaba Bill ya sentado al lado mío y sonriendo como un niño con un nuevo juguete, y como deben de imaginarse yo estaba igual de feliz que él por tenerlo al lado mío haciendo lo que más nos gusta… ¡cantar!

Bill: (sonríe) ¿esta mejor chiquita?

Tu: (sonríes) si, ya estoy mejor, pero ahora tenemos que trabajar.

Bill: (te da un beso en la comisura de los labios) si, tienes razón.

Aquel día trabajamos muy duro, empezamos aprendernos nuestras partes, cada uno metido en lo suyo, ahora entendía lo que tenia que pasar Bill todos los días. Ser parte de un grupo musical es un trabajo muy gastador a pesar de que estas la mayor parte del día sentado.

La semana se me paso volando, y la utilizamos solo para aprendernos la canción, aunque yo estaba a parte, por que David y Bill no querían que los chicos me escucharan  aun, ellos querían darles la sorpresa a los chicos, querían que me escucharan cuando ya estuviera bien segura de mi misma y segura de querer cantar con su banda, aunque ya no podía dar vuelta atrás, ya que había firmado el contrato.

Habían pasado unas semanas y aun no podían ensayar conmigo, hasta que llego el gran momento del ensayo antes de empezar las grabaciones. Todos estaban ansiosos por escucharme,  aunque a Tom se le notaba mucho. Estábamos todos sentados en la sala de ensayos hasta que…